Cada vez que visito un país extranjero, no me prodigo mucho la verdad, y entablo una conversación con alguien, el miedo me invade y un escalofrío me recorre el cuerpo cada vez que escucho la dichosa preguntita: ¿Y tú de donde eres? En ese momento mi mente comienza a barajar un sinfín de opciones: eres portugués; no cuela porque de obrigado no pasas. Mejor aun, argentino; ché pibe, ¿dónde carajo te dejaste el acento?. Corre y no mires atrás. Nada. Mis labios, no sin titubear, terminan pronunciando: de España, Spain, la Spagna.
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Y aun tenemos que dar las gracias de que en el exterior nos vean como la cuna de los toros, las sevillanas y el botellón, porque si de verdad se enteran de que este país se ha transformado en la meca del mamoneo, la corrupción y la sinvergüencería nos empezarían a mirar como miramos nosotros a los portugueses. O lo que es peor, a los moros que, visto lo visto, aun tenemos que aprender de ellos el abc del orgullo patrio y la dignidad.
El otro día en clase eramos 3 Erasmus, 2 chicas de Bélgica y yo de Málaga, el profesor nos hizo las típicas preguntas de rigor para sacarnos los colores, sin embargo el tono de ellas fue totalmente diferente cuando se dirigió a cada una.
ResponderEliminarEmpezó conmigo la ronda de preguntas siendo la primera de ellas "¿Eres malaguesa?, obviamente le contesté "No, soy malagueña" con Eñe, tras la típicas risas por este caso el profesor contó su mala experiencia por mi tierra, en mi cara se me tenía que notar la gracia que me estaba haciendo ya que decidió terminar su discurso con un "Ma é bella", ("Lo sé, no hace falta que me lo digas"), pero bueno solo quería que pasara a mis compañeras, asenté con la cabeza...Continuó por el tema lectivo, ¿Cuanto tiempo llevas?, ¿Cuantas asignaturas has cursado?, ¿Has aprobado todas?, más o menos me hacía una idea de donde podría terminar todo ya que llevo aquí (Italia) varios meses….efectivamente no me equivocaba, empezó a decirle a todos mis compañeros de clase…”Iros para España, vais a venir con todo aprobado, es fácil….”, tras esto me dijo…”Los españoles siempre decís lo mismo, no entiendo el idioma, es mucho…..Qué sepas que a mi eso no me sirve, os voy a tratar como uno más…”, hasta aquí todo normal y “entendible” si no fuera porque al pasar a mis compañeras sus tres únicas preguntas fueron, “¿De dónde sois?, ¿Entendéis todo?, Si necesitáis algo no dudéis en decírmelo, disfrutad de Perugia.
“Cría fama y échate a dormir” eso nos está pasando.
Pero eh! Orgullo español y andaluz!
Hay que asumir que nos ven como los paletos de Europa, pero también nos hemos ganado la fama.
ResponderEliminarvenga va, pero déjate de estas cosas y cuéntanos cómo te va por Italia, transmítenos en palabras la belleza transalpina, venga va, que esa era mi propuesta inicial
ResponderEliminardiario de bitácora, joder
Me vas a tener todos los días aquí comentando tus posturas claramente nacional-socialistas (es broma, para todos los demás lectores que no me conocen a mí, ni mi "amistad" con el autor) ya que por clase no puedo verte para mantener nuestras acaloradas charlas. xD
ResponderEliminarEn primer lugar, me cuesta admitirlo, pero tienes razón. Espero que no olvides Amsterdam y cómo nos trataban sólo por ser españoles... Las advertencias de "no robar" sólo en nuestro idioma... Esas cosas marcan.