Tan sólo 20 minutos de imágenes sin editar le bastaron a Brian May, Freddie Mercury, Roger Taylor y John Deacon para descubrir la emotividad que expulsaba la producción y aceptar la propuesta. No terminó ahí la cosa ya que decidieron sacar un disco, A Kind of Magic, debido al estímulo que les produjo aquellas imágenes. Canciones vibrantes, sólidas, enérgicas. Éxito rotundo.
Cada miembro de la banda de rock se inspiró en escenas de la película para crear sus himnos. There can be only one, No mortal man can win this day o Don’t lose your head, son sólo algunos ejemplos.
Brian May, guitarrista de Queen, quedó conmovido con la película, concretamente con una escena: Connor Macleod perdía entre sus brazos a su gran amor. La gran Who wants to live forever, nació aquí, tras ver dicho acto del film. May declaró tiempo más tarde que la canción la creó en su coche, un día que volvía a casa tras el primer montaje de imágenes del largometraje. Todo un genio.
Es un álbum guerrero, con firmeza, con potencia. El protagonista de Los Inmortales, Connor Macleod y su enemigo, Kurgan están librando una batalla mortífera, en la cual sólo puede quedar uno, para asegurarse la máxima de las recompensas, el mejor de los premios. Gimme the prize surgió de esta espectacular secuencia.
Éxito tras éxito. Queen se convirtió en uno de los grandes de la década de los 80 y poco a poco, sin saberlo, Freddie Mercury y sus muchachos estaban entrando en la historia como uno de los mejores grupos rockeros.
La gira Magic Tour, iniciada en 1986, supuso la última aparición del grupo al completo ante sus seguidores. Dieron tres conciertos en España, dónde no actuaban desde 1979. Sin embargo, el cierre de su gira, en su Londres natal, en el mítico estadio de Wembley, superó todos los registros musicales conocidos hasta la fecha.
Después de aquello, ¿qué más podía hacer Queen para entrar en el Olimpo musical? Aquel lugar, dónde aguardaban otros dioses como Elvis Presley, The Beatles o Jim Morrison tenía un sitio reservado para la banda londinense.
Un final trágico, de héroe, como el protagonista de la película. Así fue el epílogo de Queen. El sempiterno Freddie Mercury dijo adiós a la vida en 1991 para entrar directamente en el cielo como leyenda de la música. Who wants to live forever…
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